Con la llegada de las redes sociales, el periodismo ha sufrido una
transformación desde su propia génesis, convirtiéndose en una herramienta de
información y de desinformación, es decir las dos caras de la misma moneda, por
lo que su adaptación a la forma digital ha sido un desenlace inminente.
Por ello, el profesional de la información, el cual a partir de ahora
denominaremos “periodista digital” ha
tenido que hacer un buen uso de las herramientas tecnológicas que la
globalización y los grandes mercados han creado para ellos, tal es el caso de
los teléfonos inteligentes, los cuales constituyen un elemento fundamental para
cumplir con el oficio de producir la noticia de forma veraz, efectiva y
oportuna.
Son los smartphone, el elemento para un potencial periodismo digital de excelencia,
porque a minora la cantidad de cosas que antes se necesitaban para producir la
noticia, desde una gran cámara en formato HD, micrófonos con corta viento,
luces, trípodes, grabadores de audio y pare usted de contar.
En la actualidad, solo con esos aparatos de alta gama, unos auriculares y
el conocimiento sobre el manejo de las aplicaciones adecuadas, tienes una
noticia de impacto que te permite un óptimo manejo de la información en tiempo
real.
Ahora bien, en estos tiempos donde las personas compran personas, y la
preocupación global es tener un mundo mejor, surge una duda ¿cómo hacer esa
conjunción perfecta entre el periodismo digital y el manejo de las emociones?
sin convertirse en un periodismo de la vieja escuela amarillista.
Como todo en este mundo gracias a las redes sociales es marketing, la
información encapsulada en noticias no es la excepción; aumentan los desafíos y
el diseño de las estrategias de diferenciación, es ahí en ese preciso embudo de
conversión y fidelización del oyente, lector, o llamémoslo consumidor ávido de
información con emoción, entra en el ring el STORYTELLING[1].
Entendiéndolo como el arte de contar una historia con la
creación y el aprovechamiento de una atmósfera mágica a través del relato. En
marketing es una técnica que consiste en conectar con tus usuarios con el
mensaje que estás transmitiendo, ya sea a viva voz, por escrito, o a través de
una historia con su personaje y su trama.
Solo imaginar por un momento esa
nueva composición, de una noticia que transcienda más allá del mero hecho de
comunicar las 6 WH (Qué, quién, cómo, dónde, cuándo y porqué) y que pueda
escudriñar esa historia, no vender la
información sino la emoción, sería alcanzar el sueño de poesía de un Gabriel
García Márquez.
Claro, aquí filosofando y soñando en
una nube de marketing emocional, enmarcándolo en la necesidad del consumidor de
comprar emociones y no productos, que el periodista venda el momento no el
hecho.
Son paradigmas que la misma dinámica
nos llevará a cambiar en algún momento, ¿cómo
hacerlo? es la gran pregunta y la
respuesta es cambiando la óptica y adaptarse al nuevo mundo.
Las plataformas multimedias, las redes
sociales y los smartphone dan inmediatez, en un mundo tan cambiante que ya ni
puedes medir el impacto de la noticia y es lo que el usuario necesita,
acompañado de la calidad de una información que responda a necesidades
emocionales.